Revés (Tarragona, 2021-23) |
Autorretrato fragmentario (2011) |
Mis proyectos habitualmente parten
de una observación atenta de lo que me rodea, de las formas naturales, de las
arquitecturas de los seres vivos y de los procesos de transformación de la
materia. Me interesan los accidentes, las intersecciones, las tramas y las
concomitancias que actúan tanto en el mundo físico como en el mundo virtual.
Apuesto por una economía de materiales (papel, madera, pintura...) que me sirven para hablar tanto de la arquitectura del bit y del videojuego que nos ha atravesado a la generación millennial, como de la desposesión, inestabilidad y metamorfosis del mundo que vivimos. A su vez, prácticas como el graffiti y la pintura mural me interesan como rastros de la presencia-ausencia humana en las construcciones abandonadas, los no-lugares y los espacios de damnatio memoriae. Entiendo la práctica artística como proceso de reflexión, investigación y toma de decisiones, como una nada en términos de Sartre por la que es posible el cambio, que nos permite evolucionar.
Uno de los lenguajes presentes en mis obras desde 2011 es la abstracción, a la que llegué intuitivamente con la popularización del arte urbano en los foros de internet. Para mí, la no-figuración tiene que ver tanto con una voluntad de escapar de la narración mimética como con la posibilidad de sintetizar una idea de forma contundente y a la vez poética (que permite la ambigüedad y el pensamiento no conclusivo). Aun así, una parte importante de mis procesos siguen siendo el dibujo tradicional, la fotografía, el collage y las técnicas gráficas como la xilografía o la serigrafía.